Revisión Bibliográfica: Importancia del uso de la vía intraósea en perros con shock hipovolémico

Literature Review: Importance of the use of the intraosseous route in = dogs with hypovolemic shock

¹

Angela Marissa Rodríguez Porte= ro

https://orcid.org/0009-0007-5755-2892

Maestría en Medicina Veterinaria, Universidad Católica de Cuenca, Cuenca, Ecuador.=

angela= .rodriguez.87@est.ucacue.edu.ec

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Darwin Rafael Villamarín Barra= gán

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https://orcid.org/0000-0001-7075-368X

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Maestría en Medicina Veterinaria, Universidad Católica de Cuenca, Cuenca, Ecuador.=

darwin.villamarin@ucacue.edu.ec

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	Artículo de Investigación Científica y Tecnoló= gica Enviado: 14/12/2023 Revisado: 28/01/2024 Aceptado: 07/02/2024 Publicado:05/03/2024 DOI: https:= //doi.org/10.33262/ap.v6i1.1.456

Cítese:=		Rodríguez Portero, A. M., & Villamarín Barragán, D. R. (2024= ). Revisión Bibliográfica: Importancia del uso de la vía intraósea en perros= con shock hipovolémico. AlfaPublicaciones, 6(1.1), 62–77. https://doi.org/10.33262/= ap.v6i1.1.456
		*ALFA PUBLICACIONES,* es una revista multidisciplinar, trimestral, que se publicará en soporte electrón= ico tiene como misión contribuir a la formación de profesionales competentes con visión humanística y crítica que sean capac= es de exponer sus resultados investigativos y científicos en la misma medida= que se promueva mediante su intervención cambios positivos en la sociedad.&nb= sp;https://alfapublicaciones.com= La revista es editada por la Editorial Ciencia Digital (Editorial de prestigio registrada en la Cámara Ecuatoriana de Li= bro con No de Afiliación 663) www.celibro.org.ec=
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= Palabras claves: Caninos, Vol= umen Sanguíneo, Emergencia, Acceso vascular, Fluidoterapia.		Resumen <= /p> Introducción: El shock hipovolémico represen= ta una condición médica crítica caracterizada por una reducción aguda del volumen sanguíneo circulante, pudiendo llevar al deceso del paciente, si = no se aborda rápidamente en términos de estabilización; en casos de shock hi= povolémico en pacientes pediátricos y obesos obtener un acceso vascular puede result= ar complicado, para lo cual la vía intraósea emerge como una alternativa efi= caz para administrar fluidos de emergencia, compensando las pérdidas sufridas= por el paciente. Mediante este acceso intraóseo se puede administrar eficientemente fluidos y fármacos debido a la red de capilares presentes = en la médula ósea. Se ha demostrado que esta es una vía segura y confiable en situaciones de emergencia. Esta revisión bibliográfica tiene la finalidad= de recopilar información actualizada acerca del uso y aplicación de la vía intraósea como una alternativa al acceso intravenoso en casos de shock hipovolémico cuando la vía intravenosa no pueda establecerse de una manera oportuna y segura. Objetivo: Este trabajo bibliográfico tiene como objetivo explorar la utilización, limitaciones y posibles complicaciones de la vía intraósea en la administración de fluidos a pacientes caninos en situaciones de emergenci= a, proporcionando una síntesis actualizada de la evidencia científica disponible. Metodología: La investigación adopta un enfoque cualitativo y se clasifica como documental y de revisión bibliográfica. <= b>Resultados: Hay evidencia que respalda la eficacia y seguridad de la vía intraóse= a en perros con shock hipovolémico. Sin embargo, es crucial tener en cuenta la ubicación anatómica, la técnica y el tiempo necesarios para lograr la exi= tosa colocación del catéter. De igual manera, se deben considerar las posibles complicaciones y contraindicaciones al aplicar esta técnica. Conclusió= n: La vía intraósea se presenta como una herramienta valiosa en el manejo de emergencias veterinarias en perros. No obstante, es fundamental destacar = la importancia de evaluar las condiciones específicas del paciente y las circunstancias clínicas al tomar decisiones respecto a su aplicación. Área de estudio: Medicina Veterinaria.
Ke= ywords: Canines, Blood Volume, Emergency, Vascular Access, Fluid Therapy.		Abstract Introduction: Hypovolemic shock represents a critical medical condition characterized by an acute reducti= on of circulating blood volume, which can lead to the death of the patient, = if it is not addressed quickly in terms of stabilization; in cases of hypovolemic shock in pediatric and obese patients, obtaining vascular acc= ess can be complicated, for which the intraosseous route emerges as an effect= ive alternative to administer emergency fluids. compensating for the losses suffered by the patient. Through this intraosseous access, fluids and drugs can be efficiently administered due= to the network of capillaries present in the bone marrow. This has proven to= be a safe and reliable route in emergency situations. The purpose of this literature review is to gather up-to-date information on the use and application of the intraosseous route as an alternative to intravenous ac= cess in cases of hypovolemic shock when the intravenous route cannot be established in a timely and safe manner. Objective: This bibliographic work aims to explore the use, limitations and possible complications of the intraosseous route in the administration of fluids to canine patients in emergency situations, providing an updated synthesis of the available scientific evidence. M= ethodology: The research adopts a qualitative approach and is classified as documentary and literature review. Results: There is evidence to support the efficacy and safety of the intraosseous route in dogs with hypovolemic shock. However, it is crucial to consider the anatomical location, technique, and time required to achieve successful catheter placement. Likewise, possible complications and contraindications should = be considered when applying this technique. Conclusion: The intraosse= ous route is presented as a valuable tool in the management of veterinary emergencies in dogs. However, it is essential to highlight the importance= of assessing the patient's specific conditions and clinical circumstances wh= en making decisions regarding its application. Study ar= ea: Veterin= ary Medicine.

Introducción<= /b>

El cateterismo intraóseo (IO) fue descrito por pri= mera vez en 1922 como resultado de dos descubrimientos independientes realizados= por Drinker et al. y Doan, de igual manera lo describen Griffel y Kaufman; estos hallazgos posibilitaron el acceso vascular en pacientes humanos (Banerjee et al., 1994; Griffel & Kaufman, 1992). Las primeras interpretaciones = de estudios sobre la vía intraósea en animales seńalan que, en situaciones de shock, contar con un acceso venoso rápido resulta fundamental. En animales jóvenes u obesos con shock hipovolémico, la colocación de una vía intraveno= sa puede ser dificultosa. La vía intraósea se presenta como una alternativa práctica para estabilizar al paciente, independientemente de su estado cardiovascular; su seguridad y confiabilidad han sido demostradas en casos = de emergencia (Hughes & Beal, 2000). Los primeros estudios realizados indican que la infu= sión IO es aplicable en emergencias y destacan la posibilidad de utilizar pequeń= os volúmenes de solución salina hipertónica y dextrano (HSD) para mejorar significativamente los parámetros cardiovasculares en casos de shock hipovolémico (Okrasinski et al., 1992) La vía intraós= ea proporciona a los médicos de emergencia un tiempo adicional para establecer= una vía intravenosa y llevar a cabo otras intervenciones terapéuticas para el paciente En animales en estado de shock avanzado, deshidrat= ados o de tamańo pequeńo, lograr un acceso vascular puede ser extremadamente desafiante, incluso para profesionales con experiencia. En estos casos crít= icos y en aquellos pacientes de menor tamańo corporal, es una prioridad establec= er un acceso vascular (Ynaraja, 2015). Ante situaciones de emer= gencia como estas, se recomienda recurrir a la vía intraósea, ya que posibilita la administración de fármacos y fluidos de manera análoga a un acceso vascular central. Es importante destacar que la colocación de la vía intraósea requi= ere entrenamiento, equipo específico y presenta algunas limitaciones (Torrente & Bo= sch, 2011a). No obstante, la recuperación es rápida debido a la = red de capilares presente en la médula ósea. En estudios previos realizados en pacientes con shock hipovolémico, la inserción de un acceso vascular ha representado un desafío, lo cual puede comprometer la estabilización tempra= na del paciente y poner en peligro su vida (Hodge et al., 1987). Aunque los factore= s de riesgo en pacientes veterinarios no están completamente esclarecidos, en los últimos ańos se han documentado avances en ultrasonografía y técnicas de ac= ceso IO que han resultado útiles para los veterinarios en la práctica clínica. E= ste estudio en perros detalla la correcta colocación del catéter en el húmero proximal, cóndilo humeral lateral, fosa trocantérica, ala del ilion y tibia proximal medial (Lee et al., 2021). Este estudio se origina de la necesidad de recopilar información actualizada sobre la vía intraósea como = una opción viable frente al acceso IV en situaciones de shock hipovolémico. Actualmente, existe una falta de datos recientes y su aplicac= ión práctica en la clínica se ve limitada. A pesar de que el acceso IV es habitual en la práctica clínica, enfrenta limitaciones significativas en ca= sos de hipovolemia, hipotensión, trombosis, pacientes de pequeńo tamańo, obesid= ad, edema periférico, paro cardiopulmonar, y otros factores que dificultan su implementación. Por lo tanto, es necesario buscar alternativas al método convencional con el propósito de optimizar la atención médica en condiciones clínicas desafiantes (Hultman et al., 2021).<= /p>
El shock hipovolémico se define = como la disminución del volumen en el sistema vascular, ya sea con o sin agotami= ento total de los líquidos en todo el organismo (Strandberg, 2017). Las causas frecuentes= de hipovolemia van desde la deshidratación severa hasta la pérdida rápida de líquidos, ya sea de origen gastrointestinal, sanguíneo o por poliuria, así = como la vasodilatación. Los pacientes que experimentan hipovolemia muestran sign= os evidentes de perfusión tisular disminuida, tales como mucosas pálidas, tiem= po de llenado capilar disminuido, pulso de baja calidad y frecuencia, así como extremidades frías. La respuesta fisiológica a la hipovolemia incluye taquicardia o taquipnea, disminución de la diuresis, aumento del volumen de plasma endógeno debido a la reducción de la presión capilar y osmótica, e incremento de la glucemia a través de la glucogenólisis (Davis et al., 2013).

En la actualidad, se ha observado un aumento en las emergencias veterinarias y los casos de shock hipovolémico, posiblemente de= bido a un mayor conocimiento sobre la tenencia responsable de mascotas. Por lo tanto, ahora se requiere un mayor conocimiento para gestionar adecuadamente estas patologías (Pulido et al., 2002). La administración I= O es una técnica ampliamente utilizada en pacientes pediátricos, ofreciendo una recuperación eficiente en situaciones que requieren una estabilización rápi= da del paciente (Klamarias, 2004). Este método demuestra s= er efectivo al permitir la rápida entrada de fármacos al sistema circulatorio = central a través de la red de capilares presente en la médula ósea. La accesibilida= d a la circulación medular no presenta mayores dificultades, especialmente en huesos largos como el fémur o el húmero. Además, es importante destacar que esta vía no colapsa en situaciones de hipotensión o shock (Torrente & Bosch, 2011). La presente investigación se realiza con la finalidad de encontrar una alternativa de acceso vascular que sea eficaz en casos de shock hipovolémic= o, sobre todo cuando la vía venosa no se pueda establecer de una manera oportu= na y segura; la evidencia científica de la vía intraósea puede ser limitada o dispersa en casos de shock hipovolémico en perros. Se sabe que el shock hipovolémico es una condición médica crítica en la que hay una disminución aguda del volumen sanguíneo circulante, la cual puede ser causado por hemorragias, deshidratación grave o traumatismo, pudiendo causar una disfun= ción multiorgánica y poner en peligro la vida del animal (Hoskins et al., 2012). Es imprescindible = buscar alternativas eficaces para administrar fluidos y restaurar el volumen sangu= íneo de manera rápida y efectiva; en estos casos el acceso IV puede resultar dif= ícil lograrlo debido a la hipotensión, la vasoconstricción periférica o la falta= de habilidad para encontrar una vena adecuada. Por lo cual, la vía intraósea se presenta como una opción viable y alternativa para la administración de flu= idos y medicamentos (Allukian et al., 2017) El propósito de e= ste trabajo bibliográfico es recopilar información para contribuir en mejorar la atención, manejo y tratamiento de los pacientes en condiciones críticas, de igual manera aportar al conocimiento científico e iniciar una mejor compren= sión de esta vía. Esta revisión bibliográfica está encaminada a Médicos Veterinarios y estudiantes en formación interesados en incorporar la técnic= a de vía IO en su práctica veterinaria diaria. Además, busca orientar futuras investigaciones vinculadas a este acceso vascular en el ámbito de la Medici= na Veterinaria de emergencia. A través de esta revisión, se busca identificar posibles vacíos en la literatura existente y destacar la importancia de realizar investigaciones adicionales en este ámbito.

Metodología

Esta investigación adopta un enfoque documental de tipo cualitativo, fundamentad= o en la recopilación de información bibliográfica. Se llevó a cabo en perros con diagnóstico de shock hipovolémico con el objetivo de evaluar la viabilidad = de la vía intraósea en tales casos.

Resultados

Vía intraósea en pacientes con shock hipovolémico  =

El shock hipovolémico es la forma más frecuente de shock. Tiene lugar cuando disminuye el volumen de sangre circulante. Los síntomas que pueden ser evidentes en caso de shock hipovolémico incluyen cambios en el estado menta= l, aumento de la frecuencia cardíaca, disminución de la presión arterial, extremidades frías y disminución de la temperatura corporal (Torrente & Bosch, 2011)<= /o:p>

Los casos de shock hipovolémico pueden surgir por diversas razones, ya sea por = una falta absoluta de volumen de líquido (como la pérdida de sangre, vómitos o poliuria sin polidipsia adecuada), una falta relativa de volumen de líquido, como se observa en estados distributivos con expansión del espacio vascular, pero sin cambios en el volumen sanguíneo (por ejemplo, vasodilatación), o u= na combinación de ambos (Davis et al., 2013). Desde una perspect= iva fisiológica, la consecuencia más crítica de esta anormalidad es la reducción absoluta o relativa de la precarga cardíaca, lo que resulta en un gasto cardíaco insuficiente, una perfusión tisular inadecuada y una disminución e= n el suministro de oxígeno a los tejidos. Esta reducción en el suministro de oxí= geno a los tejidos provoca un deterioro en la función celular. El término "shock" se utiliza cuando la perfusión tisular global se ve afect= ada. La consecuencia más significativa del shock es la disfunción celular, que se manifiesta en el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) y el síndrome de disfunción multiorgánica (MODS) Se pueden utilizar las técnicas de inserción de catéter IO cuando no se puede obtener acceso vascular periférico o central y se necesita administrar urgentemente medicamentos, líquidos, hemoderivados, entre otros. Esta técni= ca se utiliza con frecuencia en pacientes pediátricos y animales exóticos. Aun= que generalmente son bien tolerados, pueden causar molestias al paciente. Se recomienda reemplazar este catéter con una vía de acceso vascular alternati= va (periférica o central) lo antes posible (Lange et al., 2019).

Con frecuencia, en pacientes críticamente enfermos, puede resultar difícil establecer un acceso IV periférico debido a los efectos hipotensores del sh= ock o a la vasoconstricción periférica (Holthaus et al., 2017). Estudios realiz= ados en medicina humana han demostrado que la cateterización IO requiere menos tiempo, tiene tasas de fracaso más bajas y menos complicaciones que los catéteres venosos centrales (Bradburn et al., 2015). Las ventajas de = cateterización IO han llevado a la Asociación Americana del Corazón, la Academia Americana= de Pediatría y el Colegio Americano de Cirujanos, a respaldar el uso de acceso= IO en situaciones de emergencia cuando no se puede acceder de manera inmediata= a una vía venosa (Strandberg, 2017).

En casos de pacientes con un peso inferior a 2 kg, donde la colocación de un catéter IV resulta difícil, se puede considerar la opción de utilizar aguja= s de gran calibre para la colocación IO. Las ubicaciones más comunes para esta t= écnica incluyen la fosa trocantérica, la cresta tibial, el ala ilíaca y el húmero proximal. El acceso IO resulta útil en pacientes que requieren una administración rápida de líquidos y medicamentos cuando no es posible acced= er a una vía intravenosa (Lange et al., 2019). El cateterismo intra= venoso en cachorros o gatitos hipovolémicos con síntomas de vómitos y diarrea puede presentar desafíos técnicos, y la administración de soluciones cristaloides isotónicas y dextrosa a través de la vía intraósea puede ser vital para sal= var su vida (Okrasinski et al., 1992).

Se han llevado a cabo estudios en cadáveres caninos para demostrar que el tiem= po de colocación del catéter IO es significativamente más rápido en comparación con la cateterización venosa yugular (Allukian et al., 2017). Tanto la literat= ura médica humana como veterinaria han demostrado de manera consistente que el acceso IO ofrece una vía rápida, no colapsable y segura para la administrac= ión de líquidos. El renovado interés en la utilidad del catéter IO ha llevado a numerosos estudios que comparan las diferentes ubicaciones anatómicas para = la colocación de catéteres IO utilizando modelos humanos y animales (Paxton, 2012).

Debido a la característica no compresible del hueso, el acceso intraóseo (IO) proporciona una vía confiable para acceder al sistema circulatorio en casos= de hipotensión y colapso hemodinámico. Aunque inicialmente se utilizó principalmente en pediatría, su uso se ha extendido a pacientes adultos, y = su aplicación ha aumentado tanto en entornos pre hospitalarios como en salas de emergencia cuando no se logra un acceso IV periférico rápido, incluso duran= te la reanimación cardiopulmonar (Hoskins et al., 2012).<= /p>
Un estudio adicional realizado en pacientes pediátricos indica que la infusión= IO es una técnica rápida para obtener acceso vascular y administrar una carga ini= cial de líquidos. Sin embargo, la tasa de flujo alcanzada puede no ser suficiente para tratar de manera rápida y completa la hipovolemia grave o el shock hemorrágico en pacientes pediátricos, especialmente si hay una pérdida continua. Por lo tanto, los autores no recomiendan esta técnica como un complemento valioso en el manejo inmediato del shock, mientras se intentan otros medios de acceso vascular. No obstante, en la actualidad, se consider= a un método muy seguro para la administración de líquidos al paciente, siendo una vía provisional hasta que se logre estabilizar al paciente y se pueda estab= lecer un acceso vascular alternativo (Hodge et al., 1987).

En neonatos o animales en los que no se pueda obtener acceso venoso, la administración a través de la vía intraósea o, en última instancia, la vía intraperitoneal (aunque no es recomendable debido a su absorción lenta) son opciones disponibles = (Hughes & Beal, 2000).

Utilización de la vía intraósea en perros con shock hipovolémico

El uso de una bomba de infusión es necesario para estos catéteres. Si se detec= ta un flujo libre utilizando un gotero convencional o pediátrico, esto debería generar sospechas en el clínico sobre una posible colocación incorrecta (Torrente & Bosch, 2011).=

Dependiendo del tamańo del paciente, existen diferentes métodos para obtener el acceso intraóseo. Estos incluyen el uso de un estilete de un catéter intravenoso s= obre la aguja o una aguja hipodérmica (restringidos a pacientes jóvenes), la utilización de una aguja de médula ósea colocada manualmente (como la aguja= de Jamshidi) o el uso de un catéter IO especialmente diseńado, que a menudo se inserta a través de una pistola de inyección ósea o un controlador de poten= cia patentado (Olsen et al., 2002). Esta última modalid= ad es un dispositivo semiautomatizado que ha demostrado mejorar la velocidad de colocación (Bradburn et al., 2015).

En perros, se ha descrito la colocación exitosa en el húmero proximal, el cónd= ilo humeral lateral, la fosa trocantérica, el ala del ilion y la tibia proximal medial. En situaciones de reanimación cardiopulmonar donde la compresión torácica y la manipulación de las vías respiratorias dificultan el acceso a= las extremidades torácicas, la colocación en las extremidades pélvicas puede ser deseable. Sin embargo, se debe tener en cuenta la mayor distancia entre este sitio y el corazón debido a la circulación deficiente Otras aplicaciones de esta vía intraósea incluyen diversos estudios e investigaci= ones que se han llevado a cabo para obtener diagnósticos clínico-patológicos en = el punto de atención mediante la aspiración de médula ósea del catéter IO dura= nte su colocación. También se han realizado mediciones en pacientes hemodinámicamente inestables, y se han encontrado valores clínicamente aceptables para pH, bicarbonato, exceso de base y sodio, así como una correlación moderada para lactato y glucosa. Sin embargo, las muestras comparadas entre la vía intraósea y las muestras venosas no mostraron una b= uena concordancia para pCO2, pO2 y concentración de potasio (Veldhoen et al., 2014). En un estudio reciente realizado en perr= os sanos anestesiados para cirugía ortopédica, se demostró una buena concordan= cia entre las aspiraciones de la vía intraósea y las muestras venosas para eval= uar variables mínimas de la base de datos, como tensiones de gases en sangre, electrolitos, lactato, urea en sangre nitrógeno, glucosa y volumen de célul= as empaquetadas/total proteína, pero no para el potasio o el hematocrito. Hast= a el momento, no se ha investigado la utilidad de las muestras intraóseas en per= ros hemodinámicamente inestables, lo cual sería de gran ayuda para pacientes críticos (Strandberg, 2017).

Durante la aplicación de la vía intraósea varios estudios han evidenciado que la administración de lidocaína al 2% sin conservantes en el espacio IO a través del catéter puede controlar adecuadamente las molestias asociadas con las infusiones. En humanos, se recomienda una dosis de lidocaína de 20 a 40 mg durante 30 segundos administrada en el espacio IO. Se aconseja esperar 60 segundos para lograr el efecto y luego seguir con un bolo de 10 ml de soluc= ión salina normal. Se ha observado que la lidocaína intraósea puede perder efic= acia después de aproximadamente 45 minutos, por lo que se puede administrar una inyección repetida de lidocaína (no excediendo un total de 3 mg/kg) en adul= tos. Sin embargo, se deben tener en cuenta los mismos efectos adversos que se presentan con la lidocaína intravenosa, y se recomienda utilizar dosis más bajas (que no están indicadas en la etiqueta): 0,25-0,5 mg/kg administrados lentamente por vía intraósea durante 10-15 minutos, pudiendo repetirse a do= sis de 0,15-0,25 mg/kg en un lapso de 5-20 minutos = (Paxton, 2012).

En un estudio llevado a cabo con cadáveres, se determinó que el húmero y el fé= mur son los sitios preferidos para la colocación del catéter IO en perros adult= os debido a su alta tasa de éxito. Aunque la tibia tiene velocidades de flujo = más lentas en animales más pequeńos (perros < 15 kg), se observó una mayor incidencia de extra vascularización en el espacio subcutáneo durante la infusión a alta presión. En términos de dificultad de colocación, el íleon obtuvo una puntuación más alta en comparación con otras ubicaciones anatómi= cas, y también mostró el promedio más largo de tiempo para una colocación exitos= a y el mayor número de fallos en la colocación. Aunque la tibia proximal es fácilmente identificable y tiene acceso a puntos de referencia, hubo varios intentos fallidos con esta ubicación. Pese a que el fémur y el húmero parec= en ser similares en cuanto a la colocación del catéter, el tiempo y las tasas = de flujo, en ciertas situaciones como el paro cardíaco, el húmero puede prefer= irse al fémur. En resumen, el estudio concluye que el húmero y el fémur tienen a= ltas tasas de éxito en el primer intento y un tiempo de colocación reducido en comparación con la tibia y el ílión. Además, tanto el fémur como el húmero pueden facilitar tasas de flujo significativamente mayores que la tibia. Es= tos hallazgos tienen implicaciones clínicas y sugieren que el fémur y el húmero pueden ser los sitios preferidos para la colocación del catéter IO durante situaciones de resucitación de emergencia o paro cardíaco (Lange et al., 2019).
Antes de insertar la aguja en el tubérculo mayor del húmero, la fosa trocantérica= del fémur, la tuberosidad tibial o la cresta ilíaca, es necesario realizar una preparación quirúrgica en el área sobre la cadera. Se recomienda la administración de anestésico local (como lidocaína, bupivacaína o mepivacaí= na) en el periostio para reducir la molestia durante la colocación Efectividad del procedimiento del acceso vascular interósea en perros con shock hipovolémico

En relación con la colocación de catéteres IO, se llevó a cabo un estudio para evaluar la viabilidad de la colocación y la cantidad de dańo óseo producido utilizando tres técnicas de acceso IO: un dispositivo de penetración automático, un dispositivo de inserción rotacional automático y una aguja manual IO. Se observó que la inserción rotacional automática requería menos tiempo y era más fácil de colocar. No obstante, pese a que se encontraron d= iferencias en el sitio de inserción, los tres métodos de acceso fueron considerados aceptables (Bukoski et al., 2010).<= /p>
La vía intraósea se compara con otras vías en términos de colocación y tiempo = de estabilización del paciente, similar a la vía umbilical en recién nacidos. = En simulaciones de reanimación neonatal, se observó que el tiempo promedio requerido para la colocación del catéter IO fue aproximadamente de 1 a 2 minutos más rápido que la colocación del catéter umbilical (Hughes & Beal, 2000).

El tiempo requerido para colocar un catéter IO en un modelo de cadáver humano = fue más rápido en comparación con la colocación de un catéter venoso periférico (3,9 minutos frente a 7,6 minutos). La técnica parece tener una curva de aprendizaje rápida, con tasas de éxito informadas del 87,5% en un estudio realizado en cadáveres caninos. En ese mismo estudio, el tiempo requerido p= ara la colocación IO también fue más rápido que la punción yugular (0,9 minutos frente a 3,6 minutos) (Allukian et al., 2017). Se puede consegu= ir el acceso intraóseo utilizando una aguja hipodérmica, una aguja espinal o una aguja de aspiración de médula ósea (Lee et al., 2021).

El espacio intraóseo (IO) es una vía de acceso que proporciona una entrada no colapsable a la circulación sistémica y se puede considerar equivalente al espacio intravascular continuo. Se recurre a la ruta IO cuando no es posible obtener acceso IV, lo cual suele ocurrir en pacientes muy pequeńos o jóvenes cuyas venas son demasiado pequeńas para ser cateterizadas fácilmente, o en pacientes de cualquier edad que se encuentran en estado de hemorragia o deshidratación, cuando las venas periféricas están colapsadas. Una gran ven= taja del espacio IO es que siempre está disponible y no colapsa, independienteme= nte del estado del sistema vascular. = La vía intraósea (IO) es un medio eficaz de administrar medicamentos durante la RCP en la tibia y sitios IO del esternón (Paxton, 2012).

Los dispositivos IO automatizados se caracterizan por su rápida colocación (men= os de 5 minutos en total), presentan una mayor tasa de éxito en comparación co= n la inserción de un catéter IV periférico en pacientes con hipovolemia, y pueden lograr tasas de flujo adecuadas para permitir la reanimación con líquidos cuando se utiliza una bolsa de presión (Giunti & Otto, 2014).

Principales complicaciones asociadas con el uso de la vía intraósea en perros en situaciones de shock hipovolémico

Existen algunas contraindicaciones en la inserción de catéteres IO en medicina veterinaria que no han sido ampliamente estudiadas. Algunas de estas contraindicaciones incluyen la presencia de osteomielitis, pioderma regiona= l, fractura preexistente y dispositivos ortopédicos en el área de interés. En general, no se han documentado tasas de complicaciones en perros (Mazzaferro, 2009).

Se puede mencionar como complicación a que la infusión de medicamentos en la médula ósea puede resultar dolorosa, al igual que la extracción del catéter, por lo que se recomienda que los fluidos estén a temperatura ambiente. La administración de soluciones hipertónicas a través de esta vía es objeto de controversia debido al riesgo de necrosis de la médula ósea y del músculo. = Sin embargo, la mayoría de los medicamentos utilizados en reanimación cardiopulmonar, así como los fluidos isotónicos y hemoderivados, pueden administrarse de manera segura. Estos se absorben rápidamente en la circula= ción central, con una farmacocinética comparable a la administración intravenosa= (Krausz, 1995).

Así también resulta como una complicación que, pese a que los catéteres IO pued= en permanecer en su lugar hasta por 72 horas, se recomienda retirarlos tan pro= nto como se haya establecido otra vía de acceso vascular (Lee et al., 2021).

Una complicación importante en la inserción de la vía IO es que hay pocos estud= ios disponibles en los cuales se haya estudiado el dolor que genera esta prácti= ca, Por otra parte, en el caso de los seres humanos, se ha observado que la percepción del dolor asociado a la inserción del catéter IO y la administración de la infusión puede ser sumam= ente variable. Mientras que algunos pacientes experimentan dolor durante el proc= eso de infusión, otros reportan niveles de dolor que alcanzan un puntaje de 10/= 10 en la escala visual analógica (Paxton, 2012).

La molestia informada asociada c= on los dispositivos intraóseos parece ser menos intensa cuando se utilizan dispositivos automatizados (Olsen et al., 2002). Se diseńó una esca= la para evaluar la dificultad de colocación del catéter intraóseo, y se examin= ó la precisión de la implantación en cuatro ubicaciones anatómicas distintas (húmero, ilion, tibia y fémur). Los resultados revelaron puntuaciones signi= ficativas de dificultad en todas las ubicaciones evaluadas. A través de la prueba de Dunn, se demostró que el ilion presenta una puntuación de dificultad significativamente diferente en comparación con el fémur y el húmero (Lange et al., 2019). Existen ciertas condiciones que pueden limitar la colocación del catéter IO, como la presencia de una fractura en el lugar donde se pretende insertar, infección bacteriana o sepsis, lesiones o infecciones en la piel en el área de inserc= ión (Mazzaferro, 2009).

Las complicaciones asociadas a la colocación del catéter IO son poco comunes, p= ero pueden incluir fracturas, infecciones y la filtración de fluidos de infusió= n en huesos previamente perforados o fracturados, o en casos de colocación incorrecta del catéter. Se ha informado que esta filtración puede ocasionar= en algunas ocasiones síndrome compartimental e isquemia (Strandberg, 2017). Los catéteres IO no deben colocarse en tejidos infectados (Giunti & Otto, 2014).<= span style=3D'font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family:"Times New Roman",se= rif'>

La extravasación de líquido es una complicación que puede ocurrir con los catéteres intraóseos (IO) (Gunal et al., 1996). Es importante tener= en cuenta que no se debe intentar colocar un dispositivo IO en el mismo hueso donde se ha fallado previamente. Además, se debe tener precaución con el us= o de soluciones hipertónicas (como solución salina hipertónica y dextrosa al 10-50%), ya que pueden causar dańo en la médula ósea según evidencia histológica (Davis et al., 2013)
Limitaciones prácticas asociados con el uso de la vía intraósea en perros con shock hipovolémico

Existen limitaciones en la colocación de catéteres IO, como la necesidad de utilizar equipo especializado (excepto en el caso de utilizar una aguja hipodérmica)= , lo cual puede limitar su disponibilidad. Además, la tasa de flujo también está restringida por el diámetro de la aguja y el tipo de hueso seleccionado (Hultman et al., 2021).

En veterinaria, la fosa trocantérica del fémur se emplea frecuentemente en mascotas exóticas y pacientes pediátricos. No obstante, la presencia de tej= ido blando variable que cubre la fosa trocantérica, así como la proximidad de estructuras como el nervio ciático, puede desalentar a los profesionales de= la salud de colocar un catéter IO en esta ubicación (Lange et al., 2019).
Conclusiones

·      =    La vía intraósea (IO) es una opción rápida y confiable en situaciones de emergenci= a como el shock hipovolémico en perros, especialmente cuando la vía intravenosa no= se puede establecer de manera oportuna y segura.

·      =    Se dispone de evidencia que respalda l= a eficacia y seguridad de la IO en perros, con posibilidades de ubicación anatómica diversificadas para una exitosa colocación del catéter. La elección de la ubicación anatómica se presenta como un factor fundamental, observándose menores complicaciones al optar por el húmero y el fémur, gracias a su alta tasa de éxito y al tiempo reducido requerido para la colocación.=

·      =    Se reconoce que existen limitaciones prácticas, como la posibilidad de complicaciones por el dolor asociado a la inserción y la necesidad de retirar el catéter tan pronto como se establezca otra vía vascular; a su vez exist= en contraindicaciones específicas como la presencia de osteomielitis, que deben tenerse en cuenta al aplicar la vía IO en perros.

·      =    Finalm= ente, esta revisión bibliográfica ofrece una visión integral de la vía IO, sus beneficios, limitaciones y consideraciones prácticas, proporcionando una ba= se sólida para el manejo de casos de shock hipovolémico en perros.<= /span>

Conflicto de intereses

Yo Angela Marissa Rodríguez Portero y Darwin Rafael Villamarín Barragán, declaramos que no existe conflicto de intereses en relación con el artículo presentado.

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El artículo queda en propiedad de la revista y, por tanto, su publicación parcial y/o total en otro medio tiene que ser autoriz= ado por el director de la Revista Alfa Publicaciones.

¹	Angela Marissa Rodríguez Porte= ro		https://orcid.org/0009-0007-5755-2892
	Maestría en Medicina Veterinaria, Universidad Católica de Cuenca, Cuenca, Ecuador.= angela= .rodriguez.87@est.ucacue.edu.ec
²⁼	Darwin Rafael Villamarín Barra= gán	^&= nbsp;	https://orcid.org/0000-0001-7075-368X
^&= nbsp;	Maestría en Medicina Veterinaria, Universidad Católica de Cuenca, Cuenca, Ecuador.= darwin.villamarin@ucacue.edu.ec